azotea solar El futuro de la energía solar depende del ahora
La energía solar fotovoltaica podrá suministrar el 5% de la demanda mundial de electricidad en 2020 y hasta un 9% en 2030, según un estudio presentado por la organización internacional Greenpeace y la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica (EPIA). Sin embargo, el Gobierno de España mantiene el sector paralizado.
El informe Solar Generation 2010 pronostica que las inversiones en esta tecnología se duplicarán en cinco años y pasarán de los 35.000 millones de euros actuales hasta los 70.000 millones en 2015. Al mismo tiempo, se espera que los costes de los sistemas solares fotovoltaicos se reduzcan a casi la mitad: disminuirán un 40%. Es decir, que se llegará a una situación en la que la energía solar podrá competir con cualquier otro sistema de generación de energía. Un fenómeno que se conoce como “paridad de red”.

En unos años, la electricidad que se obtenga del sol desde las azoteas de los edificios será más barata que la que se distribuya por la red eléctrica actual. Pero para llegar a esta situación, hay que invertir en energías limpias ahora, algo que el Gobierno español no está incentivando. Para Greenpeace, se está cometiendo un error histórico, ya que se está perdiendo una oportunidad de conseguir beneficios económicos, empleo y reducción de emisiones contaminantes.
La tecnología solar fotovoltaica es clave para combatir el cambio climático y para asegurar el suministro con electricidad limpia. La asociación EPIA opina del mismo modo: se necesita un compromiso político para hacer de la energía solar parte de la revolución energética que el planeta necesita.
La potencia solar fotovoltaica podría crecer desde los 23 GW en 2010 hasta los 180 GW en 2015, según el informe, que ha sido presentado en la Conferencia Internacional sobre Energía Renovable de Delhi (DIREC). Los más optimistas piensan que en 2030 podría haber más de 1.800 GW instalados, lo que supondría un ahorro de 1.400 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono cada año. Además, la energía solar es una forma sostenible de afrontar las preocupaciones sobre la seguridad energética y los volátiles precios de los combustibles fósiles.