La sustitución de lámparas
incandescentes por fluorescentes compactas (CFL) y posteriormente
lámparas LEDs es un hecho en todo el mundo. Estamos notando ya las
importantes ventajas tanto en duración como en consumo que conseguimos
con estas tecnologías. Para profundizar en el conocimiento de la
eficiencia energética en iluminación vamos a seguir hablando de
conceptos claves a tener en cuenta, y hoy nos vamos a centrar en la
temperatura de color.
Temperatura de color
las
CFL pueden tener una temperatura de color de 2700 K, al igual que las
lámparas LED y las incandescentes estándar. Sin embargo, otras lámparas
LED tienen una temperatura de color de 3032 K.
¿Qué significa esto?
La siguiente imagen muestra un gráfico de temperatura de color.
Diagrama de la temperatura de color |
La imagen anterior
muestra un gráfico de temperatura de color. Como puede verse, la
temperatura de color es menor cuanto más amarilla es la luz. Cuanto más
alta es la temperatura de color más blanca será la luz va a ser. Si la
luz es demasiado "blanca" el ambiente no va a ser cálido y acogedor.
Pero también podemos encontrar lámparas con diferentes temperturas de
color, y es importante saber cómo nos afectarán otros valores. Se
comercializan, por ejemplo, lámparas fluorescentes compactas para
nuestra casa pueden una temperatura de color de 5000 K. Esto producirá
una iluminación demasiado brillante.
Aparte de la temperatura de color y
los vatios, la otra cosa a considerar en los proyectos de iluminación
son los lúmenes. Lumen es la unidad de flujo luminoso, una medida del
poder de la luz percibida por los ojos humanos.
En una vivienda vamos a
encontrar LEDs que tienen 430 lúmenes y equivalen a lámparas
incandescentes de 40 w y CFL que emiten 900 lúmenes y son equivalentes a
las lámparas de 60 w.
Estas
reflexiones nos indican que cuando cambiemos de sistema de iluminación
por otro más eficiente debemos fijarnos en la potencia, en la
temperatura de color y en los lúmenes.
Hay
que considerar el color de la luz y si habrá suficiente luz para evitar
que la tensión de los ojos (también es importante la dirección de la
bombilla).
El
consejo que damos es actuar con cierta prudencia y hacer unas pruebas
antes de implicarnos en proyectos ambiciosos de eficiencia energética.