martes, 13 de noviembre de 2012

La iluminación LED la solución ante la nueva subida de la tarifa eléctrica el 1 de enero de 2013



Esta tecnología proporciona una iluminación excelente con un ahorro de costes muy importante, ya que mientras una bombilla halógena tradicional consume 50 vatios (más unos 4 watios del transformador), una lámpara LED con similar iluminancia sólo consume 6 vatios.

 
Para el primer trimestre de 2013, los mercados recogen una subida del 1,8%, mientras que en el segundo trimestre los incrementos oscilan, según el producto, entre el 1,6% y el 4,1%. En el tercer y cuarto trimestre, se aprecian subidas de hasta el 3,8% en el mes de octubre. Además, fuentes consultadas auguran que la factura podría crecer hasta un 81% en los próximos 10 años, no siendo algo exagerado ya que durante el gobierno socialista subió un 12%.

“Por tanto, al ciudadano sólo le queda la solución de reducir el gasto eléctrico y la medida más eficaz es cambiar la iluminación actual por LED que garantiza reducir nuestra tarifa actual. En la actualidad, la iluminación LED dispone de tecnología que consume un 92% menos que las bombillas incandescentes de uso doméstico común y un 82% menos que los sistemas de iluminación halógena. La mayoría de los productos LED tienen una vida útil de 50.000 horas. Estas características convierten a la iluminación LED  en la mejor alternativa para la iluminación del futuro”.
La utilización de LEDS produce considerables ahorros por los siguientes conceptos:

Ahorro por consumo de energía eléctrica. Este ahorro puede estimarse entre un 92% sobre la incandescencia, un 82% sobre la iluminación halógena y un 65% sobre la fluorescencia.
Ahorro por coste de reposiciones. Hay que tener en cuenta que la duración estimada de un LED es de al menos 50.000 horas, con flujo luminoso adecuado. Sin embargo, la vida útil de una lámpara incandescente es de 1.000 horas, la de una halógena es de 2.000 horas y la de una fluorescente es de unas 8.000 horas.
Ahorro por coste adicional de evacuación de calor residual. La lámpara LED produce mucho menos calor que una tradicional. En efecto, cualquier lámpara consume energía eléctrica transformándola en dos tipos de energía diferentes: energía lumínica y energía térmica, es decir, produce luz y calor. Si una lámpara LED produce el mismo flujo luminoso que otra tradicional de mucha mayor potencia, es obvio que esa diferencia de potencia consumida se transforma en calor.

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